Workshop | Educación inclusiva: laboratorio de innovación docente

Todos los estudiantes son diversos, pueden encontrarse, a lo largo de sus trayectorias educativas en diferentes situaciones o condiciones que les imponen barreras, que los ponen en riesgo o en vulnerabilidad. Los colegios privados se encuentran poco preparados para dar respuesta a esa diversidad, para eliminar las barreras que imponen, mitigar los riesgos y evitar, en la medida de sus posibilidades, la vulnerabilidad. 

La diversidad es un reto para los colegios privados, es una oportunidad para innovar y ser más creativos; para transformar el servicio que ofrecen en un servicio que valora positivamente la diversidad y en donde todos los estudiantes se sienten bienvenidos, participan, pertenecen y aportan, en condiciones de igualdad. 

La más reciente normativa colombiana exige que, los colegios privados, dado que prestan un servicio público por autorización del Estado, sean plenamente inclusivos. Desde la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) en 2011 y con la Ley Estatutaria 1618 de 2013, Colombia dio un paso certero hacia el modelo de educación inclusiva, dejando atrás modelos segregados o integrados de educación. Por su parte, el Decreto 1421 de 2017 detalló las obligaciones y competencias de cada uno de los actores educativos, incluidos los colegios privados. 

Pero no se trata solo de cumplir las normas. Los colegios privados, sus rectores, docentes y funcionarios administrativos están poco preparados para cumplir con lo que las normas les exigen. Ello no significa que no estén obligados a implementar el Decreto 1421 de 2017. La falta de preparación junto con las normas vigentes, generan riesgos de demandas y riesgos reputacionales para los colegios privados.