Las decisiones relativas de la muerte médicamente asistida, sea a través de la eutanasia o de la asistencia médica al suicidio deben ser tomadas con calma, serenidad, tiempo y reflexión.

Recibir un diagnóstico de cáncer no significa automáticamente la muerte, pero ignorar las opciones que tenemos para decidir sobre el fin de la vida y sobre el derecho fundamental a morir dignamente puede ser perjudicial.

No sirve de nada que la persona explore sus opciones de forma privada sin hacerlas constar en un DVA y sin compartirlas con su red de apoyo.

Cualquier momento es adecuado para iniciar esta reflexión, y desde el mismo momento en que se recibe el diagnóstico de cáncer es recomendable comenzar a reflexionar sobre el derecho a morir dignamente.

En esta nota de blog te explicamos las características de cada uno de estos procesos.