El 30 de noviembre de 2023 la Corte Constitucional colombiana dictaminó que el síndrome de alienación parental (SAP) debe proscribirse como un criterio para el análisis del testimonio de niños, niñas y adolescentes. En esta nota le contamos 4 claves para entender la Sentencia T-526 de 2023.
Clave 1: El síndrome de alienación parental no tiene sustento teórico ni se considera como un diagnóstico clínico.
El SAP ha sido entendido como aquella manipulación de un progenitor de la percepción de su hijo o hija del otro padre, sin una justificación razonable o aparente. La Corte argumenta, a partir de la literatura disponible y la opinión de expertos, que el SAP no cuenta con bases científicas suficientes para comprobar su existencia y consistencia. Esto dado que no ha sido posible replicar los experimentos y al abordar la sintomatología, no es evidente una diferenciación entre los síntomas de un niño, niña o adolescente “alienado” y que ha sido víctima de violencia intrafamiliar o violencia sexual. En este sentido, en las clasificaciones diagnósticas estandarizadas a nivel mundial como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) en sus versiones recientes no se reconoce el SAP parental como un diagnóstico clínico.
Clave 2: La sentencia busca proteger el mayor interés de los niños, niños y adolescentes
A pesar de no tener respaldo científico, este término ha sido utilizado de forma reiterada en el contexto jurídico colombiano. La Corte Constitucional en esta sentencia examina casos relevantes y denota que el SAP ha sido utilizado en contra del mayor interés de niños, niñas y adolescentes en tanto invalida e invisibiliza sus testimonios. Se suele asumir que la negativa de un niño, niña o adolescente frente a la figura paterna o materna únicamente guarda relación con la presunta manipulación denunciada y elimina la posibilidad de decisión autónoma del hijo o hija y evita que se investiguen las razones del rechazo. Esta perspectiva ha conllevado que los niños, niñas y adolescente estén obligados a exponerse a contextos violentos al forzarlos a mantener una relación con el presunto agresor.
Por lo tanto, la Sentencia T-526 de 2023 reconoce a los niños, niñas y adolescentes desde su capacidad de comprensión de la realidad, capacidad de determinación y capacidad de discernimiento entre eventos vividos o los falsos y contados por terceros. Así, la Corte promueve procesos jurídicos que prioricen sus necesidades y preferencias en cuanto a su relacionamiento con sus progenitores, pues ningúno debe ser obligado a contactar a un progenitor agresor.
Clave 3: La prohibición del síndrome de alienación parental es una cuestión de género
De acuerdo con lo planteado por la Corte y de la revisión de expertos, el SAP se ha utilizado en contextos legales en contra de los testimonios de mujeres. Particularmente, en contra de la denuncia materna de situaciones de violencia intrafamiliar o de violencia sexual ejercidas por el progenitor.
En este sentido, el uso del SAP busca invalidar el testimonio de las mujeres e invisibilizar las acusaciones de violencia bajo una argumentación de connotación machista que presenta a la mujer separada como una persona vengativa, manipuladora y rencorosa en razón del divorcio. Por tanto, Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belem do Pará y la Relatora Especial sobre la Violencia contra las Mujeres de las Naciones Unidas (MESECVI) plantea que esta argumentación resulta revictimizante para las mujeres pues conlleva a la pérdida de la custodia y a la encarcelación o condena por la “manipulación ejercida” en contra de los hijos e hijas. Así, la proscripción del SAP, de acuerdo con la Corte, se realiza desde una perspectiva de género que busca proteger a las madres y los niños, niñas y adolescentes al promover un proceso jurídico justo.
Clave 4: La sentencia no elimina la posibilidad de investigar las situaciones relacionales entre los padres e hijos para evaluar si hay presión o instrumentalización del testimonio
La Corte reconoce que, si bien no hay bases científicas suficientes para probar la existencia del SAP como fenómeno, en el marco de procesos de patria potestad y custodia es posible que exista instrumentalización del testimonio de los hijos e hijas por relaciones conflictivas familiares. Por lo tanto, se debe realizar una investigación que entienda el por qué de la negativa de un menor de tener contacto con su progenitor para determinar si guarda relación con dinámicas de violencia ejercidas por parte del adulto con el fin de garantizar la protección del menor. Y si, por el contrario, se evidencia instrumentalización del menor, esto se considera una forma de maltrato infantil y debe ser abordado de acuerdo al marco institucional.
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