top of page

Me diagnosticaron una demencia: ¿Cuándo puedo empezar a pensar sobre el derecho a morir dignamente?

  • Foto del escritor: Lucas Correa
    Lucas Correa
  • hace 5 horas
  • 4 Min. de lectura

ree

Pensar en el derecho a morir dignamente y en las opciones que tenemos en el fin de la vida no es mala suerte, no debe dar miedo. Cualquier momento es un buen momento para pensar en ello y entre más rápido se haga mucho mejor. Es más, el peor momento es la urgencia médica, cuando nuestra salud se encuentra muy deteriorada, cuando perdemos el conocimiento o cuando estamos en agonía. A veces pensamos que tenemos tiempo para pensar en nuestros deseos sobre la muerte digna, hasta que demasiado tarde. Cuando hay un diagnóstico de demencia es aún más importante pensar en ello cuando aún hay capacidad de toma de decisiones autónomas y cuando se conserva la conciencia de sí mismos.

 

Recibir un diagnóstico de demencia es un momento difícil en nuestras vidas. Nos hace parar, nos alerta, genera angustia, tristeza, entre muchos sentimientos encontrados. Nos hace preguntarnos qué pasa en nuestra mente, qué falla. Nos pone enfrente las opciones de tratamientos, nos cuestiona sobre si serán eficaces, sobre cuáles serán los efectos secundarios, sobre si valdrá la pena acogerse a los tratamientos.

 

Es una buena idea pensar en las opciones sobre el derecho a morir dignamente desde el mismo momento que recibimos el diagnóstico de demencia. No hay que tener miedo, por el contrario, hay que mirar de frente a la muerte para arrebatarle los dos poderes principales que tiene sobre nosotros: la zozobra y la incertidumbre. Pensar en la muerte, conocer las opciones que tenemos para tomar decisiones sobre ella, para garantizar nuestra dignidad nos permite tomar el control sobre nuestras vidas, sabernos finitos y vivir de esa forma.

 

En Colombia el derecho a morir dignamente nos brinda cuatro mecanismos para ejercerlo, cuatro opciones o posibilidades de decisión que no se excluyen entre ellas, sino que se complementan: el acceso a cuidados paliativos, la adecuación del esfuerzo terapéutico (es decir, la posibilidad de rechazar tratamientos y de que la vida no sea prolongada), la eutanasia y la asistencia médica al suicidio.    

 


No es mala suerte ni es una forma de llamar a la muerte cuando nos preguntamos por nuestros derechos en el fin de la vida y cuando conocemos a fondo sus mecanismos. Estar informados no significa que estemos derrotados y que no queramos vivir, no implica que no confiemos en los tratamientos que vamos a llevar a cabo. Todo lo contrario, funciona como un seguro, como una malla de seguridad que puede atajarnos si todo falla, todo esto para garantizar que cada uno pueda vivir la vida que desea, que considera compatible con su idea de dignidad, que no se vea sometido a sufrimientos y dolores que no desea soportar.

 

Así, a la par que sus médicos y el sistema de salud le informan el diagnóstico de demencia, comience a preguntarse cuáles son los mecanismos que tiene disponibles para ejercer su derecho a morir dignamente, en qué casos estaría de acuerdo, en qué casos no; ambas respuestas son válidas.

 

Acá le proponemos algunas preguntas que pueden orientar su reflexión personal:


  1. ¿Qué es lo que más valora en su vida?, ¿Qué la hace significativa?, ¿Qué la llena de sentido?, ¿Qué la hace digna?

  2. ¿Qué cambia el diagnóstico en su vida?, ¿Qué pone en riesgo?

  3. ¿Qué le motiva para llevar a cabo los tratamientos que le ofrecen los profesionales de la salud que le atienden?

  4. ¿Qué le da miedo o temor en relación con la enfermedad y con el tratamiento?

  5. ¿Qué pasa cuando pierda conciencia de usted mismo, cuando pase periodos prolongados sin reconocer a sus seres queridos? ¿hasta dónde está dispuesto a llegar?

  6. ¿Qué siente cuando piensa en que no podrá movilizarse por sí mismo, cuando dependa de forma permanente en sus seres queridos o cuidadores externos?

  7. ¿En qué casos quisiera suspender o no iniciar tratamientos médicos?

  8. ¿Estaría dispuesto a solicitar la eutanasia?, es decir, a decidir un día y hora específicos para que un profesional de la medicina le cause efectivamente a morir. En qué casos estaría dispuesto, en qué casos no lo estaría, quisiera hacer usted mismo la solicitud o quisiera que un familiar hiciera la solicitud por usted. 

  9. ¿Estaría dispuesto a solicitar la asistencia médica al suicidio?, es decir, a decidir un día y hora específicos para que usted mismo cause su muerte de forma segura, acompañada y protegida con el acompañamiento de un profesional de la medicina. En qué casos estaría dispuesto, en qué casos no lo estaría. 

 

La reflexión sobre la muerte digna es personal, debe hacerla cada persona en relación con la vida que desea y con el estado de salud en el que se encuentra. Pero no puede ser solo una reflexión privada. Es siempre una buena idea que estas decisiones consten en un Documento de Voluntad Anticipada (DVA) y que sean compartidas con nuestra red de apoyo más cercana, sean familiares o no.



SOMOS UNA EMPRESA DE BENEFICIO E INTERÉS COLECTIVO

SUSCRÍBASE A NUESTRA
LISTA DE CORREO

No somos una empresa cualquiera. DescLAB es una empresa de beneficio e interés colectivo (BIC) registrada ante la Cámara de Comercio de Bogotá. Ponemos los derechos en acción y trabajamos por el interés colectivo. Mucho de lo que hacemos es gratuito y está disponible para quienes más lo necesitan. Al contratar nuestros servicios nos ayudas a ayudar. Saber más.
© DescLAB | 2025

Aviso de Privacidad - En cumplimiento de la Ley 1581 de 2012 y el Decreto reglamentario 1377 de 2013, le informamos que los datos personales que usted nos ha entregado serán almacenados, usados, circulados, actualizados y en general tratados con lo establecido en las Políticas de Tratamiento de la Información de DescLAB publicadas en la página web www.desclab.com/privacidad. Si desea ser removido de nuestras bases de datos haga click aquí.
bottom of page