Llega el mes de abril, finalizará el primer trimestre y los PIAR deberían estar listos, las familias debieron haber participado y firmado el acta de acuerdo y, los docentes de aula deben estar implementándolo. En la mayoría de los casos esto no va a pasar en los tiempos exigidos, por eso el rol de las familias es fundamental al momento de exigirlo. En esta nota de blog les contamos 6 claves para saber qué hacer.
Pista 1. El PIAR debe estar listo al finalizar el primer trimestre escolar, es decir, para estudiantes de calendario A en los inicios de abril y para los de calendario B, a principios de agosto. Este es el plazo que fija el Decreto 1421 de 2017 para los estudiantes que inician su año escolar de manera regular y ordinaria. Puede estar listo antes, sería lo idea, pero si a estas alturas los docentes de aula no han comenzado, entonces van tarde, muy tarde.
Pista 2. El PIAR debe estar listo en 30 días para quienes llegan tarde al año escolar. Para los estudiantes que se vinculan de manera extemporánea, es decir, una vez ya ha comenzado el año escolar, el PIAR debe estar listo en un plazo no mayor a 30 días. Estos estudiantes tienen un plazo más corto pues la idea detrás de Decreto 1421 es equiparar las oportunidades y llevar a que el colegio se tome a los estudiantes en serio, priorice su valoración pedagógica y la provisión de apoyos y ajustes.
Pista 3. Hay que dejar la constancia de que la familia solicitó el PIAR al inicio del año escolar. En un mundo ideal los colegios y docentes de aula deberían comenzar la elaboración del PIAR desde que inicia el año, pero esto no pasa en la realidad. Las razones son muchas: porque apenas estamos descubriendo la discapacidad y las dificultades que enfrentan los estudiantes, porque no tenemos un diagnóstico, porque los docentes no quieren, porque dicen que debe hacerlo el docente de apoyo, porque dicen que el estudiante no necesita un PIAR, entre otras excusas.
Por eso las familias deben desarrollar un rol activo, solicitar el PIAR, participar de su elaboración y, cuando no reciben respuesta y el PIAR no se elabora, tomar las medidas necesarias. En #EscuelaParaTodos encuentra toda la información y un formato de derecho de petición que puede usar para solicitar el PIAR. El PIAR hay que solicitarlo por escrito, porque en la lucha de la educación inclusiva las palabras se las lleva el viento. Radique la petición, exija un sello y fecha de recibido y esté atento a los 15 días hábiles que deben pasar para que le den una respuesta.
Pista 4. El PIAR no es un documento privado, las familias tienen derecho a conocerlo, a participar de su elaboración y, cuando esté listo, deben firmar el acta de acuerdo que acompaña al PIAR. Con frecuencia las familias preguntan por el PIAR y les responden que ya está listo, pero nunca se los muestran, nunca se reunieron con ellos, nunca les pidieron sus ideas, o sus ideas, cuando fueron compartidas, no fueron tenidas en cuenta. Cuando la familia es excluida de la elaboración del PIAR se vulnera el derecho a la educación inclusiva.
Pista 5. Si el PIAR no está listo en el tiempo que se ordena, la familia puede interponer una queja en contra del rector, de la coordinación académica y del docente de aula ante la dependencia de inspección y vigilancia de las secretarías de educación. Los profesores de los colegios oficiales son servidores públicos y, los de los colegios privados prestan un servicio público. Es por eso que su conducta es vigilada e inspeccionada por la autoridad local de educación.
Hacer una queja es fácil, basta tener claros los hechos y copias de las solicitudes. En #EscuelaParaTodos les compartimos un formato de queja que pueden usar fácilmente.
Pista 6. Si el PIAR no está listo puede usar la acción de tutela para que sea un juez quien ordene al colegio y al docente de aula elaborarlo. No hacer el PIAR es algo serio, al negarse a realizarlo, los docentes y colegios se niegan a conocer al estudiante, a valorarlo pedagógicamente, a ponerlo en el centro de la planeación, a pensar y diseñar los ajustes razonables y los apoyos y, lo más grave, como no se diseñan esos ajustes y apoyos, lo más probable es que no se presten efectivamente. Se vulnera así, el derecho a la educación inclusiva.
Familias y maestros deben ser aliados. Hacer el PIAR no significa más trabajo, significa hacer bien el trabajo, poner al estudiante en el centro, conocerlo, valorarlo pedagógicamente, diseñar e implementar los ajustes razonables y los apoyos. Todo lo anterior es de lo que se trata la educación inclusiva. No acepte excusas, no coma carreta.
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